En Doble Ele Studio somos dos. Y eso es mucho más que una curiosidad: es nuestra esencia, nuestra seña de identidad, lo que nos define como fotógrafos y videógrafos de boda. Somos Marta y Almela, dos miradas distintas, dos sensibilidades complementarias, dos formas de contar la misma historia: la tuya. En un mundo donde lo habitual es encontrar un solo fotógrafo, nosotros ofrecemos el doble de visión, el doble de atención, el doble de sensibilidad. Y eso, en fotografía de boda, lo cambia todo.
Marta aporta un toque artístico, más emocional, más intuitivo. Tiene esa capacidad de anticiparse al momento, de ver la luz, el gesto o el encuadre antes de que ocurra. Sus fotografías tienen alma. Almela, por su parte, tiene una mirada técnica y meticulosa. Se fija en las proporciones, en la armonía visual, en que cada imagen esté perfectamente equilibrada. La fusión de ambos estilos crea una narrativa visual que no es solo bonita: es poderosa, auténtica y profundamente emocional.
Como fotógrafos de bodas en Murcia y en toda España, trabajamos con una filosofía clara: menos pose, más verdad. Queremos que te sientas tú. Que no tengas que fingir ni una sola emoción. Que disfrutes tu día al máximo, mientras nosotros nos encargamos de captarlo todo. Desde los grandes momentos hasta los pequeños detalles: una lágrima, una risa, un brindis, un abrazo inesperado. En definitiva, emociones.
Pero nuestro trabajo no termina cuando termina la boda. Dedicamos muchas horas a seleccionar con mimo y criterio cada fotografía. De una boda, podemos disparar más de 5000 imágenes. Pero solo seleccionamos en torno a 1000-1200 fotos, las mejores, las más significativas. Y cada una de ellas pasa por nuestras manos, una a una, editadas con cuidado, con cariño, con ese estilo «film» y «aesthetic» que tanto nos caracteriza. No usamos filtros automáticos ni presets sin alma. Cada pareja es única, y cada reportaje de boda que entregamos también lo es.
Entendemos que elegir fotógrafo de boda no es una decisión sencilla. Hay muchas opciones. Pero pocas ofrecen lo que nosotros sí garantizamos: un trabajo a dos cámaras reales (no un fotógrafo y un asistente), una edición artesanal, un trato cercano, y sobre todo, una experiencia inolvidable. Porque nuestra forma de trabajar no solo busca imágenes bellas, sino también crear un vínculo de confianza que os permita ser vosotros mismos.
Gracias por llegar hasta aquí. Si estás leyendo esto es porque estás buscando algo especial. Y si nosotros encajamos con eso que imaginas, estaremos encantados de poner nuestras dos miradas a contar tu historia.